jueves, 24 de abril de 2008

TITERE

I
El ser humano se caracteriza
por poseer libertad,
libertad para hacer
de su existencia algo mejor.
Sin embargo, yo perdí esa condición.
Ahora soy sólo un títere,
un títere del destino,
un títere de esta negra vida,
un títere de tus manos
y de un libreto
que ya llegó a su final.
Soy un títere,
que por su condición
no reclama libertad,
sino sólo te pide
una función más.
Por favor:
¡Dame vida!
¡Necesito de ti!
¡No me abandones!
¡Mírame! Aún estoy aquí.
No me deseches de tu vida
como si ya no valiera,
aún te sirvo,
¡Vamos! Tómame en tus manos,
tócame, desnúdame, desármame,
haz como siempre
lo que quieras conmigo.
Dame esa droga maldita
de tus caricias,
embriágame con tu éxtasis
hasta llegar a una sobredosis,
una sobredosis que me quite el aliento
y este amor que siento por ti,
que me quite la vida, esta vida
que quería sólo vivirla junto a ti.

2 comentarios:

David Navarrete dijo...

la imagen del yo poético como un titere el cual sufre por su condición de ser titere es lo mejor logrado en el poema. Prefiere ser manejado por el titiretero que vivir sólo y sin amor. Excelente imagen.
La crítica que voy a realizar la hago advirtiéndo antes que es mi punto de vista y no tiene que ser cierto, además la hago a partir de las pocas lecturas que he tenido en este tema, pues ¿quien soy yo para criticar o comentar? si mis textos (lo que yo consider mies escritos literarios) tienen mucho que mejorar.
La recomendación sería entorno al concepto de alteridad linguística. El poeta al utilizar los signos linguísticos, que todos lo usamos a diario, no sigue el mismo derrotero que cualquier otro usuario de la lengua ni mucho menos otro escritor cuyos objetivos sea producir textos no literarios. Mediante un proceso de alquimia verbal, el poeta transforma las palabras, las rediseña y les otorga un referente, un significado y un nuevo sentido, diferente e inauténtico. Léxicalmente parte de rasgos y bases morfosemánticas comunes y cotidianas, de todas esas palabnras que por nuestro uso diario se han ido desgastando, y entonces, les descubre o adjudica aquellos significados olvidados, absurdos pero impresionantes, conmovedores capaces de generar placer estético.
A buen entendedor pocas palabras...me conoces bien y sabes a que me refiero, te darás cuanta cual es mi recomendación y sabrás darle sentido y sacarle provecho.
Para mayor explicación... citare un ejemplo que el profesor Villacorta hizo en la clase de teoría literaria de segundo año con respecto a unos versos de Altazor de Huidobro. El ejemplo lo podrás leer en los comentarios de "amor enfermo" poema que según mi criterio también recibe la misma crítica.

Gonzalo Del Rosario dijo...

Qué hablas oe David

ni tú te entiendes

jajajajjajaa